jueves, 8 de julio de 2010

El Fin de la Pulsión de Muerte II : Del Edipo


Ahora entiendo por qué estoy tan solo en mi momento actual. Y la explicación se remonta a 20 años atrás...


No sé por qué maldito motivo, circunstancia, causa familiar, psicológica, psiquiátrica, sana o patológica elegí dedicarle toda mi vida a ella. Y yo quería ser todo en su vida, el motivo de sus alegrías, completarla, hacerla la mujer más feliz del mundo. Debo confesar que los recuerdos que mi memoria almacena de ella, en mi niñez, no son muy buenos. Siempre le sentí mucha lástima, pena, la ví como una víctima, muy desprotegida. Ella vivía peleando con él; es cierto que él es gritón y dice las cosas de mala manera. Pero todas las noches discutían. Y ella lloraba. Una vez la encontré desamayada en el baño. Recuerdo que yo me sentía tan pero tan mal por ella que...que quizás en ese contexto decidí darle todo lo que él no le daba. Decidi alegrarla, complacerla, completarla. Es en ese momento (maldito) en el que decidí regalarle mi vida y mi DESEO a cambio de su felicidad. Su bienestar por el mio. Y al instante en que me fijaba (inconcientemente) esas metas, estaba, sin darme cuenta, decidiendo NUNCA ser como él.

Y esta es la historia en la que un pelotudo llamado Nahuel se complica la vida tratando de complacer a su madre histérica, a la que ve como víctima; haciendo lo posible para no asemejarse al victimario, su padre.

Y ahora entiendo por qué estoy solo. Mi mamá es una hincha pelotas de aquella, es una mujer muy conservadora, neurótica y represiva. No nos dejaba hacer nada, nos controlaba (de hecho lo sigue haciendo) todo, los horarios, las salidas, y yo, el boludo, le sigo haciendo caso. Llego temprano a casa, no voy a bailar, no bebo, no fumo, no hago nada. Digo a todo que no. No me quedo con los chicos ni cinco minutos más. Me siento fatal si mamá me reta. Me desespero. Se pierde el mundo.

Entonces, mis amigos y conocidos se HARTARON de invitarme a salir, a bailar, a comer, porque soy demasiado estricto con los horarios, con todo en general. Los cansé. Le tengo miedo a todo y no me animo a nada. Siempre agúo las cosas. Soy un tarado. Soy un enfermo. Hacen bien en dejarme solo y que me pudra en esta cárcel de soledades. En esta cárcel de mierda.

LO MÁS GRACIOSO DE TODO, es que, sí, logré alcanzar los ideales de mi mamaá, por ejemplo, siendo el abanderado de la escuela, pero, aun así, ella seguía renegando y victimizándose. Ella era insaciable. Si tan sólo alguito de lo que le doy le bastase... Cuanto más le daba, más exigía. Hasta que un día exploté, me deprimí, hice terapia cuatro años logrando ser conciente de todo esto que escribo pero, aun así, no logro librarme de ella. No logro rebelarme. Me da tanta angustia. Me da tanto miedo de perder su amor. Qué enfermizo que es esto, qué edípico, pero no puedo controlarlo, les juro que no puedo. Y ella, maldita desgraciada, se aprovecha de eso.

Soy un antisocial, un hermitaño, un muerto en vida, un sin sentido, un vacío. Soy una mentira. Porque por fuera finjo sonrisas que no existen. Porque aparento ser buena onda pero no lo soy. Porque todo es fingido y porque Nahuel es nada más y nada menos que una mentira, que un invento, porque está muerto desde hace 20 años ya.

Estoy muy descontento con mi vida. Nada de ella me gusta. No me gusto ni me gusta nadie. Nada ni nadie me cae bien. A pesar de que soy conciente de qué es lo que arruinó mi vida desde el principio, no sé si quiero cambiarla. No sé si puedo. Quizás no quiero. Por ahí lo mejor es que se acabe de una vez. Ya todo está arruinado. La SEGUNDA PARTE del Fin de la Pulsión de Muerte sería superar este Complejo Edípico que se hizo carne en mí, tan enfermizo, tan gozoso.


Y ahora miro a mi alrededor. Estoy solo. Nada me gusta, porque no me lo permití probar. O lo que es peor: NUNCA quise que NADA me gustase por TEMOR a que eso me DISTRAJERA de mi meta de ser TODO para mamá. Me veo y no tengo onda. Soy un aburrido. No tengo nada de interesante. Por eso no me tienen en cuenta. No llamo la atención. No soy nadie. Y soy horrible porque no me cuido. Porque estoy lleno de COMPLEJOS de inferioridad en todo sentido y ellos son reales.

*PAPÁ: sos un reverendo estúpido. Nos vivís menospreciando y criticando a todos. Te querés hacer el director de orquesta pero no sabés tocar ni el triángulo.

*MAMÁ: sos una histérica de mierda.

*NAHUEL: sos un pelotudo. No entendés nada de la vida ni del Mundo.


No soy nada ni nadie. Y si vos viste algo en mí, fue pura mentira.

5 comentarios:

  1. Wow...debo admitir que tengo días en que tengo pensamientos similares, pero esas pulsiones son mucho más leves. Cariños Nahuel, sigue escribiendo, me encanta como lo haces, aunque no estaría mal volver al lado optimista de la fuerza ;)

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  2. También me esmeraba en complacer a la madre, pero supongo que es imposible, aveces me siento así, pero supongo que me separé gracias a las casualidades de la vida de ellos, y se aminoriza las pulsiones esas. A mi me sorprende que siendo tan chiquito andes en esos rollos, ojala logres ver un momento de luz enmedio de la oscuridad :D
    me gusta como escribes.

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  3. ¿Será tan así?, me parece que hay mucha picardia en esa prosa, aunque las madres somos muy rompes con los hijos , mas si son hombres....... Te lo digo por experiencia.

    Besitossssssssssssssss
    Lydia Raquel Pistagnesi

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  4. Una autocirugía de corazón sin anestesia general ni parcial, profundo y dramático relato que a pesar de mantener en vilo y en suspenso al lector entrega momentos de humor que hacen explotar de la risa, muy bien Nahuel. Una disminuzada retrospectiva hacia el espejo más interior del alma para quitar el polvo y la mancha, una pretensión y regresión sincera de pureza, camino hacia un nuevo nacimiento, hacia un renacimiento, un nuevo autoparto con la carga de un dolor a modo de deuda que tu madre y tu padre cobran y que tú estás dispuesto a pagar con creces, una autocrucificación para redimir lo que no debes. Recuerda aquel refrán "mujer que no jode es hombre". Pero si las culpas se pagan con más culpas la dinámica de ese remolino jamás se detendrá, hay algún punto en tu búsqueda, algún botón que al oprimirlo detendrá el mecanismo y entonces nadie será culpable, entonces ya no serás el hijo ni el epicentro de la culpa, ni tan siquiera serás el hijo, vendrá el camino de tus propios pasos. Es cuestión de más búsqueda y de más tiempo.
    Un abrazo Nahuel!!!

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  5. Como dice esa cancion de no se quien que me quedo grabada por ese programa matutino: hay que salir del agujero interior!
    Dejá a tu vieja que haga la suya, vos tenes que hacer la tuya.
    Me llama la atención tu capacidad de analizar tan profundamente todo, y solo con 4 años de terapia, ni que estudiaras sicología. Pero quizas eso no te hace bien, hay que pensar menos y hacer mas.
    Se que es muy facil decirlo pero no tanto llevarlo a cabo.
    Por otro lado debo decir que me senti identicado con varias de las cosas que decis.

    *NAHUEL: sos un pelotudo más. No entendés nada de la vida ni del Mundo igual que el resto de los mortales.

    Vos decis que es mentira, yo digo que es verdad.

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