Más Allá del Arcoiris

Aprovechando que era feriado, ayer, amigos y yo fuimos a bailar a un conocido boliche gay de la provincia. Llenísimo como siempre, no cabía ni media persona más. Compartí la noche con unos conocidos, luego con amigos y algunos compañeros del profesorado que, sorpresivamente, encontré ahí.

Fui un espectador de la noche. Me mantuve al margen y me dediqué a bailar y a observar. Siempre hago lo mismo. No participo. Y ayer, de repente, a la velocidad de esa nueva máquina de rayos láser que instalaron, me dí cuenta por qué.

NO ME ALCANZA. Soy un desgraciado por sentir esto, pero les juro que es la pura verdad. NADA NI NADIE ME ALCANZA. NO ME ALCANZO NI A MÍ MISMO.

Siempre estoy buscando el defecto a todo, a todos. Si me demostrás que te falta algo, te desprecio. Si me demostrás tu incompletud, te desprecio. Si me demostrás que tenés sentimientos, te desprecio. Entonces, ninguno de mis conocidos, compañeros o amigos con los que estuve anoche me ALCANZÓ para pasarla bien. Porque SIEMPRE estoy pensando que allá, a la vuelta de la esquina, hay alguien "mejor" o un chico más lindo, o más centrado, o más inteligente. TENGO EL DEFECTO de no aceptar la falta, la castración, la incompletud, el NO-TODO. Y esto ya lo dije miles de veces. Y es así, los obsesivos no podemos con la falta. Yo trato de elaborarla y reelaborarla pensándola, escribiéndola y re-escribiéndola. No hay caso. Sigo sintiendo que NADA ni NADIE me alcanza. Sigo buscando al ser perfecto, desde hace años. Estoy solo. Si. Ayer estuve en medio de 500 personas y, sin embargo, solo.

Y vuelvo al post El fin de la Pulsión de Muerte I. Todo esto me sucede porque aun no me perdono a mí mismo ser incompleto. Tener defectos. No ser el mejor. Y el otro es un ESPEJO para mí, me devuelve la FALTA que yo tengo, por la que estoy atravesado. Por eso huyo y sigo buscando. Buscando y buscando para estar solo. Porque el que busca tanto es porque, en el fondo, no quiere nada.

NECESITO amor, pero estas ideas me lo obstaculizan. No me quiero, no me acepto, no me alcanzo. Por ende, nada me alcanza y me siento un infeliz. Necesito ayuda profesional. Estuve reconsiderando estos días volver al análisis. Porque, lo peor de todo, es que entiendo perfectamente lo que me pasa (a veces detesto haber estudiado Psicología) pero no puedo cambiarlo.

Maldito Freud. Estaba a punto de cerrar este post hasta que vino a mi mente una imagen. ¿Asociación libre? ¿Recuerdo encubridor? ¿Lo digo o no lo digo? Lo digo. Sí. Fuiste VOS el que nunca me aceptó y el que se encargó de decirme toda la vida que era una mierda. Y me lo creí. Y ahora voy entendiendo por qué pequeños complejos míos (como: soy feo, horrible, asqueroso, petiso, una cucaracha, un hipopótamo, un puto amanerado, un tonto, un autista, un amargado, un abuelo, una roca, una porquería, un desecho, una basura, una mosca) me hacen odiarme tanto que me obstaculizan la vida. Porque no me los he perdonado. No me perdoné ni acepté ni un poquitito de falta.

Estoy loco. Estoy loco mientras sigo fantaseando histéricamente en encontrar a ese ser perfecto. Ya me recorrí la ciudad entera. Ahora me falta ver qué hay más allá del arcoiris.