viernes, 11 de junio de 2010

El último sofocón al deseo


Si fueron leyendo mis últimos posts, se habrán dado cuenta que ayer me fui a dormir clueco, mal, con la cabeza hecha un desastre. Hoy me levanté mejorcito, pero unos cuantos mensajes de texto me sumergieron nuevamente en un estado aterrador.

Y es que soy un estúpido, porque todo me afecta, mucho. Fue un malentendido con una señora, por mensaje de texto, y me sentí atacado. En vez de enojarme, me invadieron ganas de llorar que reprimí por la presencia de mi padre. Y siempre que hago eso los ojos se me ponen duros y se me bloquea el cerebro. Es decir, no puedo pensar más. Dejé de estudiar por un momento y vine a desahogarme; no me resulta posible continuar así, en este estado.

Y es que soy un estúpido, todo me afecta, le tengo miedo a todo, especialmente a la gente adulta. Siento pánico ante la sola idea de pelear no sólo físicamente sino también verbalmente. La idea de enfrentamiento me parece espantosa. Mi terror es tal que, la palabra "enfrentamiento" no es adecuada, sino que diría que cualquier roce con el otro me da miedo.

Es así como toda mi vida se estructura en evitar dichos roces. Una de las técnicas, claro, fue diciendo Si a todo, con la consecuente muerte del deseo propio y del estado deplorable en el que me encuentro. No lo puedo controlar; cualquier roce, enfrentamiento, incluso una opinión opuesta a la mía la siento como un ataque, la relaciono con la violencia, con una agresión. Y no sé por qué es así. Bah, si sé, pero eso tiene que ver con mi infancia.

El punto de la cuestión es que soy un cagón (porque la palabra "miedoso" me queda chica), tengo una autoestima por el subsuelo y todo esto da una lamentable consecuencia que a los 21 años es terrible: no sé hacerme respetar porque no tengo valor.

No tengo valor; entonces podrás hacerme lo que quieras. Podés abusarte de mi las veces que se te de la gana, robarme, pegarme, maltratarme, burlarte de mí porque, en lugar de darte una trompada, voy a largarme a llorar. Y cuando lo haga, ahí sí, burlate aun más. Es esta una de las razones por las que las relaciones sociales son profundamente displacenteras para mí, porque no puedo sostener, ni expresar mi deseo en ellas, proponerlo, defenderlo. Esto es, técnicamente, una fragilización yoica terrible y soy conciente de ello.

Entonces, las salidas de descanso, que deberían ser placenteras son, para mí, como una obligación; me siento tenso en ellas y cada vez trato de evitar más a la gente lo que, mi psicóloga me lo dijo hace años ya, se está transformando en una fobia social.

Evito a la gente, te-evito y me refugio en el estudio. Y me mato estudiando todo el tiempo, y así trato de engañarme, de creer que está todo bien por aprobar todo (y aquí entra la obsesión por el juego del todo o nada; el no aceptar el no-todo) con buenas notas. Y, encerrado en esa opción, mi deseo muere aun más o, en otras palabras, termina de morir como si fuese, el estudio, su último sofocón.

4 comentarios:

  1. Muy interesante autoanalisis, a me sucedía algo similar, me costaba decir No, eso no me gusta, no estoy de acuerdo... y leí un libro donde proponían un ejercicio para aprender a exponer lo que uno realmente desea decir. Inicialmente imaginas a la persona y mental o verbalmente le dices lo que necesitas. Luego empiezas a escribir, y mas tarde con cosas sencillas ejercitas expresarte, lleva tiempo; yo de ser así temeroso de decir las cosas, ahora puedo decir casi todo lo que quiero, decirle a alguien que estoy en desacuerdo y el porque. Hay algo importante, la gente esta acostumbrada a recibir negativas, señalamientos, restricciones, criticas, etc. Así que no creas que se lo van a tomar tan en serio, y tu relax, esta bien que defiendas a ti mismo, y eso no necesariamente implica una lucha, y no es falta de valor, al contrario, no todos tenemos el valor de analizarnos, evaluarnos y escribir sobre ello. Quizá es inseguridad o inexperiencia, pero así es la vida, aprendemos de todo; y recuerda lo que no te mata, te hace mas fuerte. Besos, ciao

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  2. Caray! buen y muy intenso blog, saludos

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  3. Comencé identificándome contigo, pero a las pocas líneas me di cuenta que somos muy diferentes; Discutir, pelear o "rozar" a niveles intelectuales me gusta mucho...es como el choque de dos mundos, uno propone sus puntos de vista y puede nutrirse de la visión del otro también. Mi novio y yo solemos discutir mucho, hemos aprendido a hacerlo y sobrevivir a ello...

    Tu blog me ha parecido interesantísimo, creo que volveré a pasar por estos lados, que estés bien y anímate a discutir ;).

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  4. No llego a entender cual es el problema.

    Donde dice que debemos estar preparados para estar constantemente "peleando"?

    Sos sensible? No tiene nada de malo serlo

    Sos estudioso? No tiene nada de malo tampoco

    No creo que le temas a "los adultos" creo que solo temes crecer... pero es algo que nos paso a todos a esa edad (y a algunos aun nos sigue pasando)

    Abrazo

    Alan Afuera

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